Esta semana Roberto Saviano ha estado en España, acompañado de un pelotón de guardaespaldas, que son su sombra desde que hace más de dos años escribiera "Gomorra", un retrato de la camorra napolitana con nombres propios, datos y cifras.Logró un éxito increible (más de 1,8 millones de copias vendidas y traducciones a 33 lenguas distintas) pero ¿a qué precio? La mafia le ha condenado a muerte. Vive aislado, ha perdido a sus amigos y familiares. Hasta el punto de que, según explica, si sale de su casa y se olvida algo no puede volver a recogerlo. Debe hacer antes un largo itinerario antes de regresar.
Lo que le pasa a este hombre demuestra que aún estamos muy lejos de conseguir la verdadera libertad de expresión. Qué triste!
Si os interesa el tema, mañana domingo El País Semanal publica un amplio reportaje sobre Saviano.
Buen Articulo, lamentablemente la libertad de expresión parece una utopía, hace tiempo quiero leer el libro. Mañana estaré pendiente de El Pais a ver si logro conseguirlo. Me gusta tu blog claro y conciso.
ResponderEliminarTe está quedando muy chulo el blog.
ResponderEliminarQue triste la historia de este pobre hombre. Ahora tengo más ganas aún de ver la película.
Un beso